Mi querida amiga M. me envía un folleto de una asociación española de apoyo a la revolución cubana (SODEPAZ) que denuncia la financiación por parte del gobierno de Esperanza Aguirre de las actividades de un grupo anticastrista. En el folleto se dice que en Cuba no existen presos políticos (la escritora Belén Gopegui en una sonrojante entrevista afirmó que eran "espías" al servicio de una potencia extranjera, y que serían igualmente juzgados en cualquier país), pero por si acaso véase:http://www.amnesty.org/es/region/cuba. También afirman que el gobierno mantiene en condiciones dignas al pueblo cubano a pesar del bloqueo; bueno, ahí no me meto porque no he viajado a Cuba y sólo escucho versiones indirectas acerca del hambre y la miseria que asuela al país. Un país fiel a los valores marxistas donde las grandes multinacionales del turismo campan a sus anchas.
Todo esto ocurre el día que se conoce la muerte del activista Wilman Villar a consecuencia de su decisión de mantenerse en huelga de hambre. Entonces le cuento a M. la paradoja del Mariel, y ella me mira con cara de ignorancia.
Los sucesos del Mariel son significativos del grado de endiosamiento que alcanza a los dictadores. Su identificación con el pueblo, la patria, la nación, les lleva a comportamientos ridículos sino fueran terribles. El 1 de abril de 1980 cinco individuos tomaron una guagua y la estrellaron contra el portón de la embajada de Perú en La Habana; a continuación pidieron asilo político y el gobierno peruano se lo concedió. Durante la acción pereció un guardia del retén que custodiaba la sede diplomática lo cual llevó a Castro a presionar a Perú para que le entregaran a los responsables de los hechos. Como el gobierno peruano se negara Fidel amenazó con retirar la protección de la embajada, pensando sin duda que el pueblo revolucionario asaltaría el edificio y sacaría a golpes a los traidores. Y así fue, el retén se retiró el 4 de abril y el 5, 750 personas asaltaron la embajada para ¡pedir asilo político!, y hasta el domingo de Pascua fueron llegando más gentes hasta alcanzar los 10000 gloriosos combatientes revolucionarios.Finalmente, rendido a la evidencia, Fidel ordenó abrir el puerto de Mariel a todos los que quisieran marcharse. El éxodo comenzó en mayo y terminó en septiembre. Cerca de 125000 cubanos, entre ellos el poeta Reinaldo Arenas, salieron recogidos por botes y barcos enviados desde Miami; entre ellos iban muchos de los que el régimen consideraba "antisociales": ladrones, prostitutas, homosexuales, además de una veintena de espías que fueron detectados por las autoridades estadounidenses.
Hay muchos videos y reportajes en la red, desde todos los ángulos. Incluso Hollywood trató el tema en "Scarface" de Brian de Palma, "Cuando salí de Cuba" de Mira Nair y "Antes que anochezca" de Julian Schnabel, donde Javier Bardem interpreta al poeta Reinaldo Arenas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario